La cosa es que la farmacia famosa donde entro Piki a pasar la noche ya que no encontraba un buen hotel por la zona (y tenia razon, no los hay) es la misma donde habia ido yo una hora antes a comprar desodorante.
Pensar que por solo 60 minutos me perdi la chance de quedarme a dormir en el hotel Ramona, con sus excelentes camas de piso de azulejo y servicio al cuarto (aunque Piki solo pudo pedir gaseosa y pizza, y por alguna razon le tardaron mas de una hora en traerla, por lo que no les dejo nada de propina).
Llamenlo suerte, destino, ayuda de arriba, azar, ventura, fortuna, casualidad, eventualidad o si son medios nerd u ochentosos, diganle la fuerza, pero el punto es que ese día estuvo conmigo, 1ero poniendo una vieja para caer al agua por mi, luego haciendo que espere para cruzar y sobre todo, dejando que la provición de paco de Piki le durara una horita más.
PD: la próxima vez mejor voy a jugar unos pesos a la ruleta.
La hama-ca
ResponderEliminarha-ma-ca
no no no, yo voy a la ha-ma-ca.